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Saturday 3 February 2024

Good Reading: Joint Editorial by Vicente Montesinos, Francisco Bendala, and Enrique de Diego (in Spanish)

EDITORIAL CONJUNTO

Vicente Montesinos, Adoración y Liberación.

Francisco Bendala, El Español Digital.

Enrique de Diego, Rambla Libre.

 

    Nosotros, representando a tres digitales católicos que implican a buena parte de la opinión pública católica de España, hacemos un llamamiento a los cardenales y obispos que no reconocen al Falso Profeta como Papa; que no están unidos “una Cum” Bergoglio; y que se mantienen fieles a la fe en Nuestro Señor Jesucristo, y devotos de la Sagrada Eucaristía, para que asuman las tremendas circunstancias de este momento histórico de general apostasía.

    Así mismo llamamos a todos aquellos que todavía reconocen a Bergoglio como Papa, a unirse al anterior selecto grupo, para poder así de forma legítima lleva a cabo lo que les vamos a pedir.

    Hay que convocar un Cónclave que dote a la Iglesia Católica de un verdadero Papa. La Iglesia es la Comunión de los Santos, con los Santos y los Mártires y todos cuantos nos han precedido en el Reino de los Cielos. Y la Iglesia sufre con este tremendo desorden, con esta general apostasía de Jorge Mario Bergoglio, muchos cardenales, muchos obispos y muchos sacerdotes.

    La apostasía es general. Nos va el alma en comprender el problema y asumir nuestra responsabilidad. No sólo es Jorge Mario Bergoglio, sino que satanás domina el Vaticano y el conjunto de la jerarquía de las diversas naciones. Bergoglio es un falso Papa que manipuló el Cónclave con la mafia de San Galo, con lo que está excomulgado latae sententiae, según norma dictada en la Universi Dominici Gregis por San Juan Pablo II, sin que ninguna autoridad eclesiástica tenga que dictarla, en el momento que se produce tan grave pecado contra el Espíritu Santo, que no se perdona.

    Todos sus actos, nombramientos y cancelaciones son inválidos.

    El falso magisterio de la Iglesia en los tiempos sombríos presentes está sometido a los poderes satánicos globalistas.

    Se predica una falsa religión, que nada tiene que ver con el Cristianismo y con la salvación de las almas, sino con su perdición, de disolución moral que se asemeja a la herejía nicolaíta, que Dios abomina en el Apocalipsis, de negación de las verdades fundamentales de la Fe, en un nuevo irenismo, con la difusión de groseras mentiras como el timo cambio climático, el favorecimiento de la invasión islámica, e incluso la coacción por la falsa jerarquía de las conciencias a favor de la timo vacunación, que ha representado millones de muertes y decenas de millones de enfermos dolientes por sus efectos adversos, en una locura satánica que ha sido descrita por el infame Bergoglio como un “acto de amor” y seguido por muchos cardenales no sólo haciendo apología del genocidio, sino directamente promoviéndolo, cerrando Iglesias, imponiendo normas absurdas y sacrílegas como dar la Sagrada Comunión en la mano.

    Se quiere convertir a la Iglesia en una ONG al servicio de la malvada y satánica agenda 2030, con la que unas élites depravadas quieren esclavizar al mundo y exterminar a la especie humana.

    El tiempo urge para la celebración de un Cónclave legítimo y válido, mientras se suceden las cancelaciones de los buenos pastores, sin más razón que el hecho de que defienden el Evangelio.

    Los pastores están para defender al pueblo de Dios y oponerse a los designios genocidas de las élites globalistas, no para entregarles al exterminio por la codicia de unas farmacéuticas dispuestas a extender el dolor y la muerte. Este grave pecado personal y colectivo de la jerarquía clama al Cielo y a la Justicia divina y exige extrema reparación.

    Nosotros, católicos corrientes, hacemos un llamamiento frente a estos clérigos mundanizados, al sensum fidei de los católicos para que busquen a buenos clérigos, a los que no se hallan en comunión con el Falso Profeta, de forma que re-orienten su vida cristiana y la recepción de los Sacramentos, regalos de Jesús para nuestra salvación, y no se dejen llevar por este vendaval de la herejía modernista –“compendio de todas las herejías”, al decir de San Pío X en su Encíclica Pascendi- que trata de destruir la Iglesia y el mundo entero.

    Renovamos nuestra fe bautismal de que los poderes del infierno no prevalecerán sobre la Iglesia. Somos conscientes de que nos jugamos el alma si nos callamos y no demostramos nuestro Amor sin fisuras a Nuestro Señor Jesucristo.

    Nos acogemos a la protección de la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, para que, por su intercesión, se acorte el tiempo de la prueba. A Ella, Inmaculada Concepción, Señora de todos los pueblos, Corredentora, Abogada y Medianera de todas las Gracias, acudimos seguros para que triunfe la Comunión de los Santos y todos los que nos precedieron durante más de dos mil años. También a San José, Protector de la Iglesia, terror de los demonios. A San Miguel Arcángel, príncipe de la Milicia Celestial, para que devuelva a los demonios que andan por el mundo tratando de perder las almas, y especialmente a los que invaden la Iglesia y ensombrecen la Roca de Pedro con la iniquidad que domina el Vaticano.

 

    ¡Ven, Señor, no tardes!

 

    

 

    Vicente Montesinos, Adoración y Liberación,

    Francisco Bendala, El Español Digital,

    Enrique de Diego, Rambla Libre.

 

    España, 25 de Diciembre del Año del Señor de 2023

    Natividad de Nuestro Señor Jesucristo

Wednesday 17 May 2023

Good Reading: open letter from Harold Cepero about his expulsion from the Camagüey University by the Cuban government (in Spanish)

 

Con todo el respeto y la sinceridad que ustedes merecen, creo que los argumentos sobran para nuestra defensa. Al parecer el motivo de este acto, o no sé cómo lo llaman, es nuestra mala actitud respecto a la política que hoy rige en nuestra patria. El otro, nuestra aprobación del Proyecto Varela.

Empezaré diciendo que dicho proyecto es un proyecto de ley firmado por más de once mil cubanos (electores) y recoge las necesidades fundamentales de nuestro pueblo. No sé por qué pretenden (ustedes que ahora tienen una situación privilegiada con respecto a nosotros y a los que piensan como nosotros) reprimir algo que no es motivo, ni tiene como origen el odio de las personas, sino la apertura, el respeto mutuo, el diálogo.

Ustedes desde su condición: estudiantes, profesores, PCC, UJC, etcétera, están violando la ley de la República. Están intentando pisotear nuestra dignidad, que merece, igual que la de ustedes, un reconocimiento y un estatus legal para desarrollarse a plenitud. Por eso me parece totalmente injusto lo que pretenden hacer. Esto es un atentado contra las leyes internacionales, la Constitución y más, contra nuestras personas.

El Proyecto Varela es totalmente legal y reconocido públicamente por Fidel Castro. Además, si lo apoyamos es porque lo creemos justo y me gustaría que ustedes lo consideraran. Las cosas que pedimos no excluyen a nadie, simplemente queremos un espacio (el que nos pertenece) en la vida social de Cuba.

Expulsarnos no es la solución ni para ustedes ni para nosotros, sería mejor preguntarse por qué hay jóvenes que llenan esta inquietud y se preocupan por el bienestar de la patria. Sería bueno que ustedes explicaran a los estudiantes y al pueblo qué es el Proyecto Varela, qué pide, y así dieran a todos el derecho de opinar y escoger.

Hoy nos echan de esta universidad por eso. Mañana puede ser a uno de ustedes por el solo hecho de ser diferente, por permitirse pensar.

Ustedes están queriendo perpetuar algo que no se sabe siquiera si es justo, y de este modo están negando el progreso de una sociedad que tiene ganas de algo nuevo, de algo que realmente garantice un lugar digno a cada cubano. Están presionando a personas o impidiendo que éstas expresen su verdadero sentir, están cultivando el miedo en la nación.

Con el pretexto de defender la libertad están atacándola. Martí lo diría así: “El puñal que se clava en nombre de la libertad se clava en el pecho de la libertad”. Deben pensar si en el fondo de su actitud hay un verdadero respeto a la libertad, porque decir libertad, ser libre, es no arrebatar a otros la libertad. Por eso les pido que antes de expulsarnos se pregunten hasta cuándo pueden mantener en luto y silencio la realidad de Cuba, y les recuerdo que el daño que nos puedan hacer es daño que se hacen ustedes. Y más: es una amenaza directa a cada cubano.

Los que roban a otros sus derechos se roban a sí mismos. Los que quitan y aplastan la libertad son los verdaderos esclavos.

Saturday 16 April 2022

Sung Word: "Exsultet" by Unknown Writer (in Latin, Portuguese, English, French, Italian, and Spanish)

Exsúltet iam angélica turba cælórum:

exsúltent divína mystéria:

et pro tanti Regis victória tuba ínsonet salutáris.

 

Gáudeat et tellus, tantis irradiáta fulgóribus:

et ætérni Regis splendóre illustráta,

tótius orbis se séntiat amisísse calíginem.

 

Lætétur et mater Ecclésia,

tanti lúminis adornáta fulgóribus:

et magnis populórum vócibus hæc aula resúltet.

 

[Quaprópter astántes vos, fratres caríssimi,

ad tam miram huius sancti lúminis claritátem,

una mecum, quæso,

Dei omnipoténtis misericórdiam invocáte.

Ut, qui me non meis méritis

intra Levitárum númerum dignátus est aggregáre,

lúminis sui claritátem infúndens,

cérei huius laudem implére perfíciat.]

 

V. Dóminus vobíscum.

R. Et cum spíritu tuo.]

V. Sursum corda.

R. Habémus ad Dóminum.

V. Grátias agámus Dómino Deo nostro.

R. Dignum et iustum est.

 

Vere dignum et iustum est,

invisíbilem Deum Patrem omnipoténtem

Filiúmque eius unigénitum,

Dóminum nostrum Iesum Christum,

toto cordis ac mentis afféctu et vocis ministério personáre.

 

Qui pro nobis ætérno Patri Adæ débitum solvit,

et véteris piáculi cautiónem pio cruóre detérsit.

 

Hæc sunt enim festa paschália,

in quibus verus ille Agnus occíditur,

cuius sánguine postes fidélium consecrántur.

 

Hæc nox est,

in qua primum patres nostros, fílios Israel

edúctos de Ægypto,

Mare Rubrum sicco vestígio transíre fecísti.

 

Hæc ígitur nox est,

quæ peccatórum ténebras colúmnæ illuminatióne purgávit.

 

Hæc nox est,

quæ hódie per univérsum mundum in Christo credéntes,

a vítiis sæculi et calígine peccatórum segregátos,

reddit grátiæ, sóciat sanctitáti.

 

Hæc nox est,

in qua, destrúctis vínculis mortis,

Christus ab ínferis victor ascéndit.

 

Nihil enim nobis nasci prófuit,

nisi rédimi profuísset.

O mira circa nos tuæ pietátis dignátio!

O inæstimábilis diléctio caritátis:

ut servum redímeres, Fílium tradidísti!

 

O certe necessárium Adæ peccátum,

quod Christi morte delétum est!

 

O felix culpa,

quæ talem ac tantum méruit habére Redemptórem!

 

O vere beáta nox,

quæ sola méruit scire tempus et horam,

in qua Christus ab ínferis resurréxit!

 

Hæc nox est, de qua scriptum est:

Et nox sicut dies illuminábitur:

et nox illuminátio mea in delíciis meis.

 

Huius ígitur sanctificátio noctis fugat scélera, culpas lavat:

et reddit innocéntiam lapsis et mæstis lætítiam.

Fugat ódia, concórdiam parat et curvat impéria.

 

In huius ígitur noctis grátia, súscipe, sancte Pater,

laudis huius sacrifícium vespertínum,

quod tibi in hac cérei oblatióne solémni,

per ministrórum manus

de opéribus apum, sacrosáncta reddit Ecclésia.

 

Sed iam colúmnæ huius præcónia nóvimus,

quam in honórem Dei rútilans ignis accéndit.

Qui, lícet sit divísus in partes,

mutuáti tamen lúminis detrimenta non novit.

 

Alitur enim liquántibus ceris,

quas in substántiam pretiósæ huius lámpadis

apis mater edúxit.

 

O vere beáta nox,

in qua terrénis cæléstia, humánis divína iungúntur!

 

Orámus ergo te, Dómine,

ut céreus iste in honórem tui nóminis consecrátus,

ad noctis huius calíginem destruéndam,

indefíciens persevéret.

Et in odórem suavitátis accéptus,

supérnis lumináribus misceátur.

 

Flammas eius lúcifer matutínus invéniat:

ille, inquam, lúcifer, qui nescit occásum.

Christus Fílius tuus,

qui, regréssus ab ínferis, humáno géneri serénus illúxit,

et vivit et regnat in sæcula sæculórum.

R. Amen.

 

 

Exulte de alegria a multidão dos Anjos,

exultem as assembleias celestes,

ressoem hinos de glória

para anunciar o triunfo de tão grande Rei.

Rejubile também a terra,

inundada por tão grande claridade,

porque a luz de Cristo, o Rei eterno,

dissipa as trevas de todo o mundo.

Alegre-se a Igreja, nossa mãe,

adornada com os fulgores de tão grande luz,

e ressoem neste templo as aclamações do povo de Deus.

(E vós, irmãos caríssimos,

aqui reunidos para celebrar o esplendor admirável desta luz,

invocai comigo a misericórdia de Deus omnipotente,

para que, tendo-Se Ele dignado,

sem mérito algum da minha parte,

admitir-me no número dos seus ministros,

infunda em mim a claridade da sua luz,

para que possa celebrar dignamente os louvores deste círio).

 

V. O Senhor esteja convosco.

R. Ele está no meio de nós.)

V. Corações ao alto.

R. O nosso coração está em Deus.

V. Dêmos graças ao Senhor nosso Deus.

R. É nosso dever, é nossa salvação.

 

É verdadeiramente nosso dever, é nossa salvação

proclamar com todo o fervor da alma e toda a nossa voz

os louvores de Deus invisível, Pai omnipotente,

e do seu Filho Unigénito, nosso Senhor Jesus Cristo.

Ele pagou por nós ao eterno Pai

a dívida por Adão contraída

e com seu Sangue precioso

apagou a condenação do antigo pecado.

Celebramos hoje as festas da Páscoa,

em que é imolado o verdadeiro Cordeiro,

cujo Sangue consagra as portas dos fiéis.

Esta é a noite,

em que libertastes do cativeiro do Egipto

os filhos de Israel, nossos pais,

e os fizestes atravessar a pé enxuto o Mar Vermelho.

Esta é a noite,

em que a coluna de fogo dissipou as trevas do pecado.

Esta é a noite,

que liberta das trevas do pecado e da corrupção do mundo

aqueles que hoje por toda a terra crêem em Cristo,

noite que os restitui à graça

e os reúne na comunhão dos Santos.

Esta é a noite,

em que Cristo, quebrando as cadeias da morte,

Se levanta vitorioso do túmulo.

De nada nos serviria ter nascido,

se não tivéssemos sido resgatados.

Oh admirável condescendência da vossa graça!

Oh incomparável predilecção do vosso amor!

Para resgatar o escravo, entregastes o Filho.

Oh necessário pecado de Adão,

que foi destruído pela morte de Cristo!

Oh ditosa culpa,

que nos mereceu tão grande Redentor!

Oh noite bendita,

única a ter conhecimento do tempo e da hora

em que Cristo ressuscitou do sepulcro!

Esta é a noite, da qual está escrito:

A noite brilha como o dia

e a escuridão é clara como a luz.

Esta noite santa afugenta os crimes, lava as culpas;

restitui a inocência aos pecadores, dá alegria aos tristes;

derruba os poderosos, dissipa os ódios,

estabelece a concórdia e a paz.

Nesta noite de graça,

aceitai, Pai santo,

este sacrifício vespertino de louvor,

que, na solene oblação deste círio,

pelas mãos dos seus ministros

Vos apresenta a santa Igreja.

Agora conhecemos o sinal glorioso desta coluna de cera,

que uma chama de fogo acende em honra de Deus:

esta chama que, ao repartir o seu esplendor,

não diminui a sua luz;

esta chama que se alimenta de cera,

produzida pelo trabalho das abelhas,

para formar este precioso luzeiro.

Oh noite ditosa,

em que o céu se une à terra,

em que o homem se encontra com Deus!

Nós Vos pedimos, Senhor,

que este círio, consagrado ao vosso nome,

arda incessantemente para dissipar as trevas da noite;

e, subindo para Vós, como suave perfume,

junte a sua claridade à das estrelas do céu.

Que ele brilhe ainda quando se levantar o astro da manhã,

aquele astro que não tem ocaso:

Jesus Cristo, vosso Filho,

que, ressuscitando de entre os mortos,

iluminou o género humano com a sua luz e a sua paz

e vive e reina pelos séculos dos séculos.

R. Amen.

 

 

Exult, let them exult, the hosts of heaven,

exult, let Angel ministers of God exult,

let the trumpet of salvation

sound aloud our mighty King's triumph!

 

Be glad, let earth be glad, as glory floods her,

ablaze with light from her eternal King,

let all corners of the earth be glad,

knowing an end to gloom and darkness.

 

Rejoice, let Mother Church also rejoice,

arrayed with the lightning of his glory,

let this holy building shake with joy,

filled with the mighty voices of the peoples.

 

(Therefore, dearest friends,

standing in the awesome glory of this holy light,

invoke with me, I ask you,

the mercy of God almighty,

that he, who has been pleased to number me,

though unworthy, among the Levites,

may pour into me his light unshadowed,

that I may sing this candle's perfect praises).

 

V. The Lord be with you.

R. And with your spirit.)

V. Lift up your hearts.

R. We lift them up to the Lord.

V. Let us give thanks to the Lord our God.

R. It is right and just.

 

It is truly right and just,

with ardent love of mind and heart

and with devoted service of our voice,

to acclaim our God invisible, the almighty Father,

and Jesus Christ, our Lord, his Son, his Only Begotten.

 

Who for our sake paid Adam's debt to the eternal Father,

and, pouring out his own dear Blood,

wiped clean the record of our ancient sinfulness.

 

These, then, are the feasts of Passover,

in which is slain the Lamb, the one true Lamb,

whose Blood anoints the doorposts of believers.

 

This is the night,

when once you led our forebears, Israel's children,

from slavery in Egypt

and made them pass dry-shod through the Red Sea.

 

This is the night

that with a pillar of fire

banished the darkness of sin.

 

This is the night

that even now throughout the world,

sets Christian believers apart from worldly vices

and from the gloom of sin,

leading them to grace

and joining them to his holy ones.

 

This is the night

when Christ broke the prison-bars of death

and rose victorious from the underworld.

 

Our birth would have been no gain,

had we not been redeemed.

O wonder of your humble care for us!

O love, O charity beyond all telling,

to ransom a slave you gave away your Son!

 

O truly necessary sin of Adam,

destroyed completely by the Death of Christ!

 

O happy fault

that earned for us so great, so glorious a Redeemer!

 

O truly blessed night,

worthy alone to know the time and hour

when Christ rose from the underworld!

 

This is the night

of which it is written:

The night shall be as bright as day,

dazzling is the night for me, and full of gladness.

 

The sanctifying power of this night

dispels wickedness, washes faults away,

restores innocence to the fallen, and joy to mourners,

drives out hatred, fosters concord, and brings down the mighty.

 

On this, your night of grace, O holy Father,

accept this candle, a solemn offering,

the work of bees and of your servants' hands,

an evening sacrifice of praise,

this gift from your most holy Church.

 

But now we know the praises of this pillar,

which glowing fire ignites for God's honour,

a fire into many flames divided,

yet never dimmed by sharing of its light,

for it is fed by melting wax,

drawn out by mother bees

to build a torch so precious.

 

O truly blessed night,

when things of heaven are wed to those of earth,

and divine to the human.

 

Therefore, O Lord,

we pray you that this candle,

hallowed to the honour of your name,

may persevere undimmed,

to overcome the darkness of this night.

Receive it as a pleasing fragrance,

and let it mingle with the lights of heaven.

May this flame be found still burning

by the Morning Star:

the one Morning Star who never sets,

Christ your Son,

who, coming back from death's domain,

has shed his peaceful light on humanity,

and lives and reigns for ever and ever.

R. Amen.

 

 

Qu'exulte de joie la multitude des anges,

 

Célébrez dans la joie, serviteurs de Dieu.

Que sonne la trompette triomphale

Pour la victoire d'un si grand Roi.

 

Que notre terre se réjouisse,

Resplendissante d'une telle lumière.

Éclairée par la splendeur du roi éternel, Car il l'a prise dans sa clarté,

Et son Royaume a dissipé la nuit !

 

Réjouis-toi, Église notre Mère,

Toute parée de sa splendeur.

Que retentisse dans ce lieu saint

L'accamation unanime du peuple des Fils de Dieu !

 

Et vous mes frères bien-aimés,

A la lumière de cette flamme,

Unissez votre voix à la mienne

Pour invoquer la bonté du Tout-Puissant.

 

Que sa clarté me pénètre et m'illumine,

Il m'a choisi, indigne serviteur,

Afin que je chante en votre nom

La merveilleuse lumière du Christ ressuscité !

 

V. Le Seigneur soit avec vous !

R. Et avec votre esprit !

V. Élevons notre cœur.

R. Nous le tournons vers le Seigneur.

V. Rendons grâce au Seigneur, notre Dieu !

R. Cela est juste et bon !

 

Vraiment il est juste et bon de te louer à pleine voix,

Dieu invisible, Père tout-puissant,

Et de chanter ton Fils unique,

Jésus-Christ, notre Seigneur.

 

C'est lui qui a remis pour nous au Père éternel

Le prix de la dette encourue par le premier Adam,

Et qui a écarté par son sang

La condamnation de l'ancien péché.

 

Car voici maintenant la fête de la Pâque

Où l'Agneau véritable est immolé pour nous,

Lui, dont le sang consacre les portes des croyants,

Pour les protéger de la mort et leur donner sa vie.

 

Voici la nuit où tu tiras d'Égypte nos pères, les enfants d'Israël,

Nuit où tu leur as fait traverser la Mer Rouge à pied sec.

Voici la nuit où le feu de la Nuée lumineuse

A repoussé les ténèbres du péché.

 

Voici la nuit, qui aujourd'hui et dans tout l'univers,

Arrache au monde aveuglé par le péché

Ceux qui ont mis leur foi dans le Christ,

Nuit, qui nous rend la grâce et nous ouvre la communion des saints.

 

Voici la nuit où le Christ, brisant les liens de la mort,

S'est relevé victorieux des enfers.

Car il ne nous servirait à rien de naître

Si nous n'avions pas le bonheur d'être sauvés !

 

Ô merveilleuse bonté déployée envers nous, Dieu, notre Père,

Inestimable choix de ton amour !

Car pour racheter l'esclave de la mort,

Tu n'as pas hésité à livrer pour nous ton Fils, le Bien-Aimé.

 

Car il fallait mystérieusement le péché d'Adam

Que le Christ devait abolir en sa mort,

Heureuse faute d'Adam

Qui nous a valu un tel et si grand Rédempteur !

 

Ô Nuit bienheureuse, qui seule a pu connaître

Le temps et l'heure où le Christ victorieux a surgi des enfers,

C'est de toi qu'il est écrit : "La nuit illuminera comme le jour,

La nuit est ma lumière et ma joie !"

 

Car le pouvoir sanctifiant de cette nuit chasse les crimes, lave les fautes,

Rend l'innocence aux coupables et la joie aux affligés,

Dissipe la haine, unit les cœurs,

Et brise tout orgueil.

 

Dans la grâce de cette nuit, accueille, Père très Saint

Le sacrifice du soir de cette flamme que l'Église t'offre par nos mains,

Elle qui brille en l'honneur de notre Dieu,

Flamme qui se transmet sans jamais perdre sa clarté.

 

Ô Nuit bienheureuse

Où se rencontrent le ciel et la terre

Et où s'unissent l'homme et Dieu !

 

Aussi nous t'en prions, Dieu, notre Père,

Permets que ce Cierge Pascal consacré à ton nom

Brûle sans déclin pour dissiper les ténèbres

De cette nuit où nous veillons dans la joie !

 

Que sa flamme monte jusqu'à toi et te soit agréable, qu'il joigne sa clarté à celle des étoiles,

Qu'il brûle encore quand se lèvera l'Astre du matin,

Celui qui ne connaît pas de couchant : le Christ ressuscité, revenu des enfers

Qui répand sur les hommes sa lumière et sa paix.

 

Nous t'en supplions maintenant, Seigneur, garde ton Église dans la joie de ces fêtes pascales,

Par Jésus-Christ, ton Fils, notre Seigneur,

Ressuscité d'entre les morts dans la puissance de l'Esprit,

Qui règne avec toi pour les siècles des siècles.

R. Amen !

 

 

Esulti il coro degli angeli,

esulti l'assemblea celeste:

un inno di gloria saluti il trionfo del Signore risorto.

Gioisca la terra inondata da così grande splendore;

la luce del Re eterno ha vinto le tenebre del mondo.

Gioisca la madre Chiesa, splendente della gloria del suo Signore,

e questo tempio tutto risuoni

per le acclamazioni del popolo in festa.

E voi, fratelli carissimi,

qui radunati nella solare chiarezza di questa nuova luce,

invocate con me la misericordia di Dio onnipotente.

Egli che mi ha chiamato, senza alcun merito,

nel numero dei suoi ministri, irradi il suo mirabile fulgore,

perché sia piena e perfetta la lode di questo cero.

 

V. Il Signore sia con voi.

R. E con il tuo spirito.

V.In alto i nostri cuori.

R. Sono rivolti al Signore.

V.Rendiamo grazie al Signore, nostro Dio.

R. È cosa buona e giusta.

 

È veramente cosa buona e giusta

esprimere con il canto l'esultanza dello spirito,

e inneggiare al Dio invisibile, Padre onnipotente,

e al suo unico Figlio, Gesù Cristo nostro Signore.

 

Egli ha pagato per noi all'eterno Padre il debito di Adamo,

e con il sangue sparso per la nostra salvezza

ha cancellato la condanna della colpa antica.

Questa è la vera Pasqua, in cui è ucciso il vero Agnello,

che con il suo sangue consacra le case dei fedeli.

Questa è la notte in cui hai liberato i figli di Israele, nostri padri,

dalla schiavitù dell'Egitto,

e li hai fatti passare illesi attraverso il Mar Rosso.

Questa è la notte in cui hai vinto le tenebre del peccato

con lo splendore della colonna di fuoco.

Questa è la notte che salva su tutta la terra i credenti nel Cristo

dall'oscurità del peccato e dalla corruzione del mondo,

li consacra all'amore del Padre

e li unisce nella comunione dei santi.

Questa è la notte in cui Cristo ha distrutto la morte

e dagli inferi risorge vittorioso

Nessun vantaggio per noi essere nati, se lui non ci avesse redenti.

O immensità del tuo amore per noi! O inestimabile segno di bontà:

per riscattare lo schiavo, hai sacrificato il tuo Figlio!

Davvero era necessario il peccato di Adamo,

che è stato distrutto con la morte del Cristo.

Felice colpa, che meritò di avere un così grande redentore!

O notte beata, tu sola hai meritato di conoscere

il tempo e l'ora in cui Cristo è risorto dagli inferi.

Di questa notte è stato scritto: la notte splenderà come il giorno,

e sarà fonte di luce per la mia delizia.

Il santo mistero di questa notte sconfigge il male,

lava le colpe, restituisce l'innocenza ai peccatori,

la gioia agli afflitti.

Dissipa l'odio, piega la durezza dei potenti,

promuove la concordia e la pace.

O notte veramente gloriosa,

che ricongiunge la terra al cielo e l'uomo al suo creatore!

In questa notte di grazia accogli, Padre santo, il sacrificio di lode,

che la Chiesa ti offre per mano dei suoi ministri,

nella solenne liturgia del cero,

frutto del lavoro delle api, simbolo della nuova luce.

Riconosciamo nella colonna dell'Esodo

gli antichi presagi di questo lume pasquale

che un fuoco ardente ha acceso in onore di Dio.

Pur diviso in tante fiammelle non estingue il suo vivo splendore,

ma si accresce nel consumarsi della cera

che l'ape madre ha prodotto

per alimentare questa preziosa lampada.

Ti preghiamo, dunque, Signore, che questo cero,

offerto in onore del tuo nome

per illuminare l'oscurità di questa notte,

risplenda di luce che mai si spegne.

Salga a te come profumo soave,

si confonda con le stelle del cielo.

Lo trovi acceso la stella del mattino,

questa stella che non conosce tramonto:

Cristo, tuo Figlio, che risuscitato dai morti

fa risplendere sugli uomini la sua luce serena

e vive e regna nei secoli dei secoli.

R. Amen.

 

 

Exulten por fin los coros de los ángeles,

Exulten las jerarquías del cielo,

y por la victoria de rey tan poderoso

que las trompetas anuncien la salvación.

 

Goce también la tierra, inundada de tanta claridad,

y que, radiante con el fulgor del Rey eterno,

se sienta libre de la tiniebla,

que cubría el orbe entero.

 

Alégrese también nuestra madre la Iglesia,

revestida de luz tan brillante;

resuene este templo

con las aclamaciones del pueblo.

 

Por eso, queridos hermanos,

que asistís a la admirable claridad de esta luz santa,

invocad conmigo la misericordia de Dios Omnipotente,

para que aquel que, sin mérito mío,

me agregó al número de los Diáconos,

completen mi alabanza a este cirio,

infundiendo el resplandor de su luz.

 

V. El Señor esté con ustedes.

R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.

R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.

R. Es justo y necesario.

 

Realmente es justo y necesario

aclamar con nuestras voces

y con todo el afecto del corazón

a Dios invisible, el Padre Todopoderoso,

y a su único Hijo, Nuestro Señor Jesucristo.

Porque Él ha pagado por nosotros al Eterno Padre

la deuda de Adán

y, derramando su Sangre, canceló el recibo,

del antiguo pecado.

 

Porque éstas son las fiestas de Pascua

en las que se inmola el verdadero Cordero,

cuya Sangre consagra las puertas de los fieles.

 

Esta es la noche en que sacaste de Egipto,

a los israelitas, nuestros padres,

y los hiciste pasar a pie el Mar Rojo.

 

Esta es la noche en que la columna de fuego

esclareció las tinieblas del pecado.

 

Esta es la noche

en la que por toda la tierra,

los que confiesan su fe en Cristo, son arrancados

de los vicios del mundo

y de la oscuridad del pecado,

son restituidos a la gracia

y son agregados a los santos.

 

Esta es la noche en que,

rotas las cadenas de la muerte,

Cristo asciende victorioso del abismo.

¿De qué nos serviría haber nacido

si no hubiéramos sido rescatados?

 

¡Qué asombroso beneficio de tu amor por nosotros!

¡Qué incomparable ternura y caridad!

¡Para rescatar al esclavo, entregaste al Hijo!

 

Necesario fue el pecado de Adán,

que ha sido borrado por la muerte de Cristo.

¡Feliz la culpa que mereció tal Redentor!

 

¡Qué noche tan dichosa!

Sólo ella conoció el momento

en que Cristo resucitó del abismo.

 

Esta es la noche de que estaba escrito:

«Será la noche clara como el día,

la noche iluminada por mi gozo.»

Y así, esta noche santa

ahuyenta los pecados,

lava las culpas,

devuelve la inocencia a los caídos,

la alegría a los tristes,

expulsa el odio,

trae la concordia,

doblega a los potentes.

 

En esta noche de gracia,

acepta, Padre Santo,

el sacrificio vespertino de esta llama,

que la Santa Iglesia te ofrece

en la solemne ofrenda de este cirio,

obra de las abejas.

 

Sabemos ya lo que anuncia esta columna de fuego,

ardiendo en llama viva para gloria de Dios.

Y aunque distribuye su luz,

no mengua al repartirla,

porque se alimenta de cera fundida,

que elaboró la abeja fecunda

para hacer esta lámpara preciosa.

 

¡Qué noche tan dichosa

en que se une el cielo con la tierra,

lo humano con lo divino!

 

Te rogamos, Señor, que este cirio,

consagrado a tu nombre,

para destruir la oscuridad de esta noche,

arda sin apagarse

y, aceptado como perfume,

se asocie a las lumbreras del cielo.

 

Que el lucero matutino lo encuentre ardiendo,

Oh lucero que no conoce ocaso y es Cristo,

tu Hijo resucitado,

que volviendo del abismo,

brilla sereno para el linaje humano,

y vive y reina por los siglos de los siglos.

R. Amén.

 

You can listen the "Exultet" sung in Latin here.