Pues el amor
nos ha dado Dios,
ya no hay que
temer,
muramos los dos.
Danos el Padre
a su único Hijo:
hoy viene al
mundo
en pobre cortijo.
¡Oh gran
regocijo,
que ya el hombre
es Dios!
no hay que temer,
muramos los dos.
Mira, Llorente
qué fuerte
amorío,
viene el inocente
a padecer frío;
deja un señorío
en fin, como
Dios,
ya no hay que
temer,
muramos los dos.
Pues ¿cómo,
Pascual,
hizo esa
franqueza,
que toma un sayal
dejando riqueza?
Mas quiere
pobreza,
sigámosle nos;
pues ya viene
hombre,
muramos los dos.
Pues ¿qué le
darán
por esta
grandeza?
Grandes azotes
con mucha
crudeza.
Oh, qué gran
tristeza
será para nos:
si esto es verdad
muramos los dos.
Pues ¿cómo se
atreven
siendo
Omnipotente?
¿Ha de ser muerto
de una mala
gente?
Pues si eso es,
Llorente,
hurtémosle nos.
¿No ves que Él lo
quiere?
muramos los dos.
No comments:
Post a Comment